lunes, 14 de junio de 2010

Claustrofobia





Casi no puedo moverme, estoy atrapada en un lugar muy estrecho, no se filtra apenas la luz, siento mucho frío, empujo con mis manos la tapa que me impide salir pero es demasiado pesada, no consigo moverla, mi corazón late con fuerza,empiezo a sentir mucho miedo, no puedo respirar, me falta el aire, me ahogo, mi respiración cada vez más difícil, empiezo a llorar ..¡por fin despierto!, ha sido una pesadilla que me persigue desde niña, me levanto confusa, aún siento frío, me dirijo a la cocina, bebo un vaso de agua, mi garganta reseca por el miedo pasado.
No quiero regresar a la cama, quiero subir las persianas para dejar que la luz entre, quiero ventilar la casa, limpiar las estancias, quitar las cortinas para así ahuyentar fantasmas y temores. Salgamos al jardín para sentir la brisa, escuchar el murmullo de las hojas, el gorgoteo del agua, sentarnos a la sombra del olmo y contemplar la vida con esperanza, sin temores, adornemos la casa con flores, con júbilo y vivamos enamorados, cuidando con mimo nuestra alegría.

6 comentarios:

Wendy dijo...

Navegando he encontrado un poema que me parece adecuado:

En la discordia de las apariencias, en el rincón donde agoniza la realidad, en el excipiente sueño de los diatónicos besos que no te di, o en el ecuánime suspiro de los reflejos del alba, en ese laberinto que trazas con tu voz y hasta en la inspiración de mi alma, solo alucino creyendo en ti.

En las pesadillas que disgregan el reflejo del espejo, en los repliegues de la memoria, en la única salida del abismo, en los confines del infierno, o en la tumba donde aun agoniza mi fe, solo vivo esperando un si.

En los bordes del abismo, en el confín del horizonte, en el perfecto caos de la muerte en la traición de tus labios, en las mentiras de tu boca, y en el rechazo de tus ojos, conservo la ínfima esperanza de estar dormido.

En la habitación donde el miedo me obliga a refugiarme, en el respaldo de los sueños, en el cataléptico estado de mi ser, en los enfoques del recuerdo, en tus ojos y en tu actos ambiguos, sospecho que cada sonrisa es tu forma de confundirme.

Quiero recordar las palabras que quise decir, quiero olvidar el dolor que pude sentir, quiero pensar que todo fue leal, aunque hoy despierte con claustrofobia al mundo real.

Fuente: http://www.poemas-del-alma.com/blog/mostrar-poema-10828

Anónimo dijo...

Touché,Wendy,Tuoché.

uy,uy ,uy mi huevo




Piterpan.

Wendy dijo...

Sr Anónimo, ya me sabe mal que le duela tan delicada parte, permitame sugerirle un antiinflamatorio y, quizás, un suspensorio.

María Gladys Estévez dijo...

Buen poema y buen relato... los fantasmas de los sueños nos persiguen.
besos

murci dijo...

bonito poema,bonita historia,aunque un poco inquietante

Wendy dijo...

Te agradezco Murci que hayas hecho un alto en tu marathon para dejar tus comentarios ;). Los miedos siempre inquietan ¿no?

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