Una de las
ventanas de la Pololera News estaba iluminada, en la calle las luces de las
farolas se veían envueltas en una aureola formada por una densa niebla que a
modo de gasa tupida filtraba la escasa luz de las bujías, de vez en cuando se oían
pasos rápidos sobre el empedrado, algún trasnochador que regresaba a casa
presuroso buscando el calor de una buena lumbre junto a la chimenea donde
calentar sus humedecidos huesos.
Raquel estaba contemplando
absorta una nota, su escritorio habitualmente ordenado se encontraba lleno de
papeles que parecían haber sido revueltos, el resto de la estancia estaba vacía.
-Ahora un
bautizo- repetía Raquel mirando de hito en hito la nota escrita con tinta de
color violeta, la caligrafía era femenina e iba firmada por Lady Pololos Wendy.
¿De qué irá esta
vez? Hacía meses que había dejado de cubrir los eventos relacionados con el
Club de los Pololos, una mañana se reunió con Lady Pololos Mari Cari y Lady
Pololos Wendy que le comunicaron apenadas que el Club debía de cerrar salones
por un tiempo, motivos personales y profesionales lo hacían necesario, desde
entonces no había tenido más noticias, su carrera periodística iba íntimamente ligada
al Club y las crónicas que había escrito acerca de la actividades del mismo le habían permitido ganarse el respeto y la
confianza tanto de sus compañeros como del jefe Sir Thomas Lambshire.
Su suerte cambio
al dejar de tener información sobre el Club, su trabajo ya no resultaba
necesario y tuvo que aceptar encargarse de las necrológicas lo que la tenía
sumida en la desesperación, su condición de mujer suponía un obstáculo en su
carrera, le resultó muy difícil convencer a Sir Thomas de que podía hacer un
buen trabajo a pesar de llevar faldas pero no pudo convencerle de que la
mandase a la calle a cubrir noticias políticas, sociales, económicas o de
cualquier otra índole, el buen hombre consideraba que aquellos trabajos no eran
propios de una joven y se llevaba las manos a la cabeza al pensar qué dirían de
él en los círculos periodísticos si le permitiese correr el menor riesgo, la
calle estaba llena de rufianes tanto en los bajos fondos como en los barrios
más selectos y no podía cargar con la responsabilidad de que la reputación de Raquel
quedase mal parada solo porque a la joven testaruda le hubiese dado por ganarse
la vida, mejor haría buscando un buen marido y quedándose en casa al cuidado de
una familia.
Raquel ya no es
la joven insegura que entró en la redacción, gracias a las damas del Club se ha
convertido en una mujer refinada y culta que no desentonaría en ninguno de los
salones de la alta sociedad, Lady Pololos Mari Cari y lady Pololos Akasha le
han dado clases de escritura, Lady Pololos Diana la invitó a visitar Paris y
pudo visitar la Torre Eiffel y el Louvre amen de las mejores casas de modas
donde compro elegantes telas, y cintas con que poder adornar vestidos, chales,
e incluso sus nuevos pololos, gracias al tutorial de Lady Pololos María José ya
es capaz de confeccionarlos ella misma y sus cajones rebosan de una amplia y exquisita
colección los tiene apropiados para cualquier ocasión sin tener que
avergonzarse si un viento juguetón le levanta las faldas cuando pasea por la
ciudad o sale de picnic a la campiña acompañada por Robert, su prometido un
joven letrado con un futuro prometedor.
Lady Pololos
Citu, Lady Pololos Aglaia, lady Pololos
Roos y Lady Pololos Flac_k le han
contado la historia y costumbres de otros países, Lady Pololos Katy le dio
clases de cocina, Lady Pololos Ana Mª la enseñó las mejores fragancias y
jabones, Lady Pololos Elia y Lady Pololos Nadie le
enseñaron las costumbres de duendes y hadas, otras ladys, Scarlett, Jane,
Susan, Laura V, Eleanor, Eliane le
hablaron de las novelas que no faltan en la biblioteca del Club y que están
escritas, la mayoría, por su admirada por Jane Austen, con Lady Pololos Marichu
y Lady Pololos Wendy tomo clases de dibujo y pintura., con Lady pololos Anne
Wentworth tomó clases de solfeo y de costura con Lady Pololos Rosana, sin olvidar a Lady Pololos Tracy que la enseñó a viajar y a Lady Pololos Anabel y Lady Pololos Carmela que le enseñaron fotografía y así una larga lista de actividades que la
habían enriquecido sobremanera.
Sintió añoranza
de tan buenos momentos y se sentía agradecida a las hermosas y talentosas damas
que conformaban el Club.
Raquel dejó de
pensar en Eaton como posible pretendiente, convertido en el periodista y fotógrafo
de moda desde que entro en relación con el Club. Las damas le acogieron con
gran entusiasmo y siempre estaba invitado a la mansión de una u otra, en verano
le invitaban a Bath y resultaba difícil verle
el pelo. Seguía trabajando en La Pololera y ahora se dedicaba a cubrir los
eventos deportivos, el muy tunante se había metido en el bote a todas ellas y
estaba más hinchado que un pavo real tanto por su ego crecido como por los banquetes
de los que disfrutaba, había engordado y no le vendría mal pasar un tiempo en
deportes para ver si bajaba esa barriga, pensó Raquel con una pizca de melancolía,
las mujeres lo han echado a perder ¡Y qué más me da!, ahora tengo a un chico
guapo para mi sola y ya me cuidaré de no llevarle por los salones del Club no
vaya a ser que se me desmadre lo mismo que Easton.
Miró el reloj y
se dio cuenta de que eran las tres de la madrugada tenía un trabajo que
terminar y se trataba de anunciar el bautismo del blog de Lady Pololos Wendy ¡Qué
cosas más raras hacen en el Club! , será
mejor que me de prisa ya oigo las rotativas y la noticia ha de salir en primera
plana, mojó la plumilla en el tintero y garabateo en la inmaculada cuartilla.
"La Pololera
News tiene el placer de anunciar el bautismo del blog de Lady Pololos Wendy
quien les hace participes de tan grato evento y les invita a asistir al mismo.
La ceremonia
tendrá lugar el día 1 de Junio del año en curso.
Se ruega a
las damas que no olviden sus pololos "
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