La preocupación de Tink. Parte I

Es media tarde y Wendy Darling lleva trabajando un buen rato, está absorta en su trabajo pero un sonido familiar la distrae, deja la pluma sobre la mesa y levanta la cabeza, inmediatamente piensa en Tink, juraría que es el sonido que producen sus alas cuando revolotea, agita levemente su mano a la altura de la frente. Campanilla desapareció hace muchos años, la echa de menos, eso es todo piensa, no puede estar aquí.

Le apetece un té, le vendrá bien para descansar un momento, se dirige a la cocina pensando en un té de canela, el sol del atardecer entra por la ventana esparciendo una luz suave, pone a calentar el agua para llenar la tetera, algo roza su pelo, se gira levantando la vista, es ella, es Campanilla.



Peter Pan y Wendy. Ilustraciones: Robert Ingpen.

http://biblioabrazo.wordpress.com/2011/01/03/peter-pan-y-wendy-j-m-barrie-y-robert-ingpen/

Think la observaba sentada en el borde de la campana de acero y revolotea agitada a su alrededor, su gesto cambia, va de la preocupación al enfado pasando a ratos por la alegría por ver de nuevo a su querida amiga.

-¡Tink!- dice Wendy muy sorprendida, - ¿Cómo me has encontrado?, ¿Qué haces aquí?, para un momento no puedo verte bien con tanto vuelo.

-No es fácil encontrarte Wendy, ya no estás con tus padres May y Georges y no veo a tus hermanos Jhon y Mitchell. Te has hecho mayor, ¿Ya no vuelas con Peter a Nunca Jamás?



Wendy la mira apenada, ha pasado mucho tiempo y nada es igual, ahora es una mujer adulta e independiente y no espera la llegada de Peter a su ventana, dejó de acompañarlo a Nunca Jamás.

Con infinita ternura invita a Tink a que se siente en la palma de su mano mientras le explica lo que acaba de pensar, su mundo se quedó allí, en las novelas que James Mathew Barrie escribió a principios de 1900, con un fino pañuelo limpia las lágrimas de su pequeña amiga que llora desconsolada al tiempo que repite:

– Wendy, no puede ser, eso no es cierto, no hemos dejado de existir.

- Cálmate Tink y alegra esa cara- dice Wendy – no existimos en la vida real pero somos las mismas cada qué vez que alguien lee las obras de Barrie, no importa que el lector sea niño o adulto, la única condición es que crean en todos nosotros, que abandonen prejuicios para adentrase en nuestro mundo, nuestra historia existe y es real en la ficción, no se puede mezclar con la razón porque entonces desaparecemos.

- ¡Oh, Wendy! - exclama Tink – tengo que contarte algo terrible, van diciendo que tú has traicionado a Peter..

Wendy sonríe, conoce el carácter de Campanilla de Calderero, es un hada común y está en edad de crecimiento, su lenguaje es como el tintineo de una campanilla, con sus polvos arregla ollas y teteras y puede hacerte volar, es muy celosa y por ello puede ser malcriada y vengativa, las hadas pueden tener más de un sentimiento a la vez pero recogió y salvó a Peter con el que se muestra servicial y amable y haría cualquier cosa por defenderle.



Fying Lesson. Arthur Rackman.

- Campanilla, no me estarás mintiendo, me has metido en más de un lio con tus celos como aquella vez en que casi me matan los niños perdidos cuando les dijiste que era un ave que quería matar a Peter ¿De qué se trata esta vez? Y ¿qué es eso de que yo he traicionado a Peter?