El Monasterio de Los Jerónimos fué construiso en La Ñora (Pedanía murciana), 1574-1578 por Don Alonso Vazmediano de Arroniz, este caballero quiso disponer de una Iglesia donde ser enterrado y lo dejó en testamento a la Orden de San Jerónimo en 1579.
Posteriormente fué trasladado a un altonazo en la jurisdicción de Guadalupe (Múrcia) para salvaguardarlo de las riadas, a sus pies la huerta murciana.
A partir de la desamortización sufrío saqueos y abandonos hasta que el Obispo de Landeira lo restauró y cedió a la Compañía de Jesús.
![]() |
Imagen tomada de Internet. |
Desde 1996 está cedido por el Obispado de Cartagena a la Fundación Universitaría de San Antonio para la ubicación de la Universidad Católica del mismo nombre.
Esta mañana he ido al Monasterio para cerrar una etapa de mi vida, durante unos años he ejercido como docente en esta Universidad.
Estoy teniendo que hacer frente a muchos cambios y la parte más dura de los mismos son las despedidas, me queda un mes escaso de estar por aquí y no me queda más remedio que ir soltando amarras.
No he sido consciente de lo duro que sería hasta el momento en que he divisado a lo lejos el Monasterio, conforme me iba acercando a él sentía que me llenaba de tristeza y de nostalgia..
Cuando me ofrecieron la posibilidad de incorporarme a la Ucam no lo pensé, acepté el reto, he pasado muchas horas entre estos muros, en las que ha habido momentos de tensión, de nervios, de satisfacción, de compañerismo, de coincidencias, de ilusión, de inseguridad, de amistad...
![]() |
Imagen tomada de Internet. |
Había veces en que la jornada era muy larga, clases por la mañana y por la tarde, terminaba agotada y cuando tenía un momento de descanso me escapaba al claustro, me sentaba en un banco o bien recorría pasillos y subía escalinatas de mármol, desconectaba contemplando el patio, admirando la fachada desnuda y la decoración barroca.
No me gustan las despedidas, soy más de "hasta luego" o "hasta la vista", soy consciente de que voy a tener que hacer frente a despedidas dolorosas, no es posible estar en varios sitios a la vez.
Los cambios, aunque sean para bien conllevan un proceso traumático, echaré de menos a mis compañeros, a los alumnos y desde luego al Monasterio.
Por fortuna no tengo que despedirme de vosotros ni del blog, es de una de las pocas cosas que se pueden trasladar tal cual.
Hoy estoy rarita.
No he terminado con los cambio pero ahora me tomo un respiro, ya seguiré mañana,