El gato a rayas

Sus ojos se abrieron con la primera luz de la mañana y vio una extraña silueta recortada en la ventana, se los frotó pensando que seguía dormida, dirigió de nuevo la mirada a la ventana y allí seguía observándola insolente. Era un extraño gato a rayas verdes, amarillas y naranja que la observaba mientras agitaba su larga cola.

- Quien eres tu?- le preguntó extrañada.

-Me llamo Mo- Respondió el gato.

-¿Como has llegado hasta aquí, qué quieres?

-Llevarte conmigo, vamos a recuperar tus puntas.

-Eso es imposible, las perdí y no recuerdo donde ya no importan.

-Nada es imposible y si que importan.

Bajo de la ventana de un salto y se acercó a su almohada, la tocó con una de sus patas.

-Tu almohada está mojada, has llorado dormida.

Ella toca la almohada, era cierto estaba empapada aunque no recodaba haber llorado.

-Lloras dormida lo que no te atreves a llorar despierta.

Lo miró con extrañeza.

-Esta bien, vamos- le dijo mientras se agarraba a su larga cola.

Andaron tranquilos, el gato delante , ella detrás guiada mansamente por la curiosidad, recorrieron muchas calles desconocidas en las que habían  casas de tejados puntiagudos, se detuvieron ante una de ellas.

-Hemos llegado, - dijo él mientras abría la puerta con un golpe de su cola.

Atravesaron salones exquisitamente decorados, alfombras mullidas amortiguaban sus pisadas.

Atravesaron una de las innumerables puertas y se adentraron en la estancia, era un salón de baile con las altas paredes revestidas de espejos, estaba vacío, tan solo unas puntas de satén rosa descansaban la una sobre la otra en el centro del salón, sus largas cintas de seda descansaban formando espirales sobre la madera..

Corrió hacia ellas y sus manos las alzaron con delicadeza, las miraba con alegría, las había perdido, las tenía olvidadas.

Algo cayó de una de ellas, se trataba de una pequeña llave dorada., la cogió y enseñándosela al gato le pregunto: -¿de quien es esta llave, para que sirve?

-Es tuya y tu sabrás lo que abrir con ella- respondió el gato mientras se alejaba por un largo pasillo.