A dos velas.

Hace ya unos meses que la luna dejó de estar iluminada, en sentido metafórico ¡claro! El contador siguió corriendo a favor de la compañía eléctrica beneficiaria que auspiciada por la justicia no deja de subir y subir el precio del kilovatio gravando aún más el ya esquilmado bolsillo de los consumidores, a este paso vamos a tener que recurrir a las velas mucho más económicas y ecológicas con todo lo que ello conlleva. ¡En fin, no era este el tema de hoy!

Me quedé sin Internet, no lo he contratado hasta no estar instalada y lleva su tiempo buscar, encontrar y montar un nido en condiciones.

En un principio recurrí a una conexión portátil pero me resultaba muy dificultoso seguir la dinámica del blog tanto por la velocidad como por el límite de descarga así que tuve que abandonar y priorizar mis necesidades porque no había tiempo material para todo.

Si que he sacado algo bueno de todo esto y es que he vivido sin Internet sin conflicto, creía que tenia adicción a las nuevas tecnologías y no es así, utilice los ratos de ocio  en realizar otras actividades que tenía casi abandonadas como, por ejemplo, la lectura.  

 Mi trabajo actual ya no me permite tener tanto tiempo libre y ya sabemos que no se puede sacar de donde no hay.

Mi única conexión con el mundo virtual ha sido el teléfono móvil y me aburre  mortalmente teclear tan pequeño hasta el punto de que, prácticamente deje de leer y de responder el correo, muchas de vosotras os habéis interesado por mi y este es el momento de agradecerlo sinceramente y al tiempo pedir disculpas si no he estado a la altura de vuestra consideración y cariño. Os he echado de menos y me pregunto por donde estarán discurriendo vuestras inquietas cabecitas, en unos días espero ir saciando mi curiosidad.

En cuanto a la Lunaticaluz tengo mis dudas, realmente no se qué hacer, no me siento cómoda con el nombre del blog, en alguna ocasión he comentado que mi entrada en el mundo blogger no fue fruto de una decisión personal, un compañero había creado uno y me animo a hacer lo mismo hasta ese momento no tenía idea de lo que era y desde luego no pensé que aquello fuese a cuajar, el nombre tampoco lo elegí yo, me fui implicando a medida que fui avanzando por este camino y no tarde mucho en cogerle el pulso, este tiempo de impasse me ha llevado a pensar que nombrarlo de forma diferente, elegir un nombre con el que me sienta más cómoda e identificada y me pregunto:

¿Se le podrá cambiar el nombre al blog? ¿Tendré que crear uno diferente?

¿Tenéis alguna pista sobre este tema?

Me quedo pensando que hacer.